2 mar 2011

COMENTARIO DE LA CONFERENCIA “EFECTOS PSICOPATOLÓGICOS DEL ABORTO EN LA MUJER” del pasado viernes 11 de Febrero

El debate sobre el aborto provocado suscita mucha controversia. Influyen muchos elementos, ideológicos, sociológicos, económicos,… que nada tienen que ver con la realidad del fenómeno. No parece razonable justificar actuaciones de este tipo con argumentos no objetivos, por el contrario la mayor clarificación debería aportarla una información científica rigurosa.
Un número muy alto de abortos provocados en España se han realizado bajo el supuesto de evitar un riesgo para la salud psíquica de la madre, pero ¿realmente disminuye el aborto el riesgo para la salud psíquica de la madre? No hay pruebas concluyentes al respecto, por el contrario numerosos estudios científicos demuestran que el aborto ocasiona en muchas mujeres un conjunto de graves trastornos psiquiátricos que se engloban bajo la denominación de “Síndrome Post-Aborto”. (SPA)
Uno de estos estudios realizado sobre una amplia muestra poblacional aporta datos al respecto. El autor de esta investigación, el profesor David Fergusson, miembro de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de Christchurch, Nueva Zelanda investigó en un grupo de 630 mujeres por un período de 25 años. A cada una de ellas se les hizo un seguimiento desde su nacimiento y se observó los desordenes en su salud mental relacionándolos con el aborto y el embarazo. A favor de la objetividad habría que señalar que el autor se ha declarado siempre a favor del aborto.
Fergusson afirma que los resultados de su investigación apuntan a que el aborto es la causa de múltiples problemas de salud mental en la mujer, y no al revés. Otros condicionantes en la situación previa de la mujer no cambian significativamente esta conclusión.
El científico ha declarado: “Estamos muy sorprendidos con los resultados. Esperábamos ciertamente que las jóvenes que tuvieran abortos fueran las que tuvieran una tasa más alta de problemas de salud mental, pero eso se debía a que nosotros pensábamos que diversos factores predisponían a la mujer a ambas cosas: a tener un aborto y también a tener problemas de salud mental. Lo que encontramos fue muy distinto”.
Fergusson y sus colaboradores hallaron, con respecto a la depresión mayor, que:
- Las mujeres de 15 a 18 años de edad que no habían quedado embarazadas tenían un 31.2% de probabilidad de sufrirla.
- Las que habían quedado embarazadas y no habían tenido un aborto tenían una probabilidad de 35.7%.
- Aquellas que habían tenido un aborto tenían una probabilidad del 78.6%.
Para el caso de ansiedad, las estadísticas fueron muy parecidas:
- Sin embarazo:37.9%.
- Embarazo y no aborto: 35.7%.
- Aborto: 64.3%.
Y para las ideas de suicidio, señal de padecimiento mental:
- No embarazo: 23%.
- Embarazo y no aborto: 25%.
- Aborto: 50%.
Las mujeres que tienen abortos a una edad mayor también tienen un considerable incremento en el riesgo de padecer enfermedad mental, pero los datos en las adolescentes son más dramáticos.
El debate del aborto aireado en los medios de comunicación muchas veces deja de lado un aspecto crucial: la forma como el aborto daña a la mujer y el detalle de estos daños. La defensa del derecho a la información hace imprescindible que se hable adecuadamente sobre estos efectos del aborto provocado, que es más nocivo para la salud psíquica que llevar el embarazo a término.
El aborto mata a un niño y daña a la mujer, eventualmente en su cuerpo y más frecuentemente en su mente. ¿Para quién puede ser bueno el aborto?.
Comisión de bioética de la apa del colegio

27 ene 2011

PENSANDO EN LA DEFENSA DE LA VIDA

El aborto sigue siendo una terrible realidad en alza en las sociedades occidentales, a pesar del trabajo de numerosos movimientos en defensa de la vida y de las evidencias indiscutibles que aporta la ciencia. A ello contribuyen distintos factores como la reinterpretación de los datos científicos objetivos que hacen los lobbies abortistas y feministas radicales, la manipulación del lenguaje redefiniendo conceptos y utilizando expresiones eufemísticas como “interrupción voluntaria del embarazo”, la mentalidad del positivismo jurídico por el que la bondad de la ley no está en la adecuación con la persona humana sino en la adaptación a una supuesta voluntad de la mayoría, el pensamiento relativista imperante que afirma que cada uno tiene “su verdad” y que todas valen lo mismo, y por último el criterio utilitarista, sobre todo en la esfera de lo público, que considera que lo que guía las decisiones y las acciones es la utilidad que se va a obtener de ellas.
Por este camino hemos llegado en nuestros días a un atentado a la vida con caracteres nuevos por el que el aborto ha pasado de ser un “delito” a considerarse un “derecho” protegido por la ley. Así a través de la legislación se “educa” a la sociedad, equiparando lo legal a lo ético por encima de la conciencia individual. El aborto ya no es un “delito”, es un “derecho”, e incluso ¿podría llegar a ser obligatorio? Por el momento el diagnóstico prenatal permite abortar cuando el feto es portador de alguna enfermedad o padece alguna discapacidad, y nuestros Tribunales han pronunciado ya un buen número de sentencias condenatorias a médicos y centros hospitalarios por haber impedido de alguna manera la posibilidad de recurrir al aborto.
Parece necesario volver a pensar LA DEFENSA DE LA VIDA, porque los argumentos que apelan a la verdad, al bien para el hombre, caerán en saco roto mientras no seamos capaces de llenar el vacío formativo y antropológico que nos aqueja, que ignora las verdaderas necesidades del ser humano.
En este sentido se trabaja en muchos ámbitos de la vida pública y privada. Merece especial mención el Foro Español de la familia, que entre otras cosas ha promovido, a través de “Red Madre”, unos planteamientos que han hecho posible el que en seis Comunidades Autónomas españolas se hayan aprobado leyes en apoyo de la mujer embarazada, a instancias de los electores (por Iniciativa Legislativa Popular). Estas leyes reconocen la función social de la maternidad y mandan “reforzar desde los servicios públicos el apoyo a la mujer embarazada en situaciones de conflicto y desamparo”.
Por nuestra parte, desde la Comisión de Bioética de la APA, queremos aportar nuestro granito de arena ofreciendo actividades y conferencias que informen haciendo pensar sobre temas relacionados con la vida. En concreto os proponemos en esta ocasión debatir, tras escuchar las opiniones de un experto, sobre un aspecto poco conocido como es el impacto que el aborto tiene sobre la salud física y psíquica de la mujer, el denominado síndrome postaborto, y para ello os convocamos a la Conferencia:
“EFECTOS PSICOPATOLÓGICOS DEL ABORTO EN LA MUJER”
que se impartirá el VIERNES 11 DE FEBRERO
a las 15.45 hr
en la BIBLIOTECA DEL COLEGIO
a cargo de D. JOSÉ MARÍA SÉMELAS LEDESMA*
* Doctor en Medicina por la Universidad de Navarra; especialista en Psiquiatría por el University College Hospital de Londres y el Maudsley Hospital e Instituto de Psiquiatría de Londres; con experiencia docente en la Universidad Complutense de Madrid, en las Facultades de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad San Pablo CEU; con actividad clínica como Psicoterapeuta y autor de numerosas publicaciones sobre afectividad, sexualidad y Neuro-psicofarmacología. Durante los últimos años, presta una especial atención clínica a las consecuencias psicológicas del aborto provocado, su manejo clínico y tratamiento, colaborando con distintas Asociaciones.
COMISIÓN DE BIOÉTICA DE LA APA