12 nov 2009

CINE PARA EDUCAR: JUNO

PROPUESTA DE LA COMISIÓN DE BIOÉTICA DE PADRES DEL COLEGIO RETAMAR
El cine es una manifestación del arte, y como tal ayuda en la construcción de la imagen del hombre y de la cultura, ya que está en su propia naturaleza mostrar la realidad antropológica que subyace tras cualquier circunstancia vital. El cine cuenta historias, pero con el lenguaje de la imagen, que no sólo informa, también invita -porque llega directamente al corazón- a participar, a tomar partido. No nos deja indiferentes. A través de este canal de comunicación fluye lo perverso junto a lo más enriquecedor y liberador del ser humano. La línea divisoria no es siempre clara, pero se puede aprender a “saber mirar” y descubrir en las películas el valor de la vida auténtica, desde los distintos aspectos antropológicos, éticos y bioéticos que contienen los temas desarrollados.
El cine, convenientemente explicado, puede así llegar a ser el instrumento por excelencia de la educación sentimental de nuestro tiempo. Los temas relacionados con la vida y la dignidad del ser humano no sólo desatan controversia en nuestra sociedad, sino que la fracturan. Lo más difícil no es tomar partido, sino ser consecuentes. Aunque todo a nuestro alrededor parezca destinado a propiciar el conformismo y el olvido, siempre existe un espacio para el compromiso.
OBJETIVOS
1- Fomentar el espíritu crítico ante el Cine. Aprender a hacer una lectura objetiva de los hechos; a plantearse preguntas y temas de debate sobre el respeto a la vida humana, base elemental en la Bioética personalista.2- Ser buenos espectadores educando la propia conciencia. Orientar debidamente respecto a temas que suponen un grave riesgo, como el materialismo desenfrenado, la violencia, la promiscuidad sexual, las drogas, el abuso de menores.3-Combatir la indiferencia ante la violación del ser humano y su dignidad, haciendo reflexionar, a través del entretenimiento, sobre temas fundamentales del mundo contemporáneo.
MÉTODO
Proponemos que las familias de Retamar compartan una tarde de sábado en el Colegio al trimestre, disfrutando de una película que será elegida por la Comisión (se agradecen también sugerencias).En algunos casos se editará la película para que pueda ser vista por nuestros hijos. Queremos que nuestros hijos de más de 13 años estén en las sesiones junto con los padres. Eso fomentará conversaciones muy necesarias con ellos.Invitaremos a cada sesión a un experto del ámbito Biomédico o Bioético para extraer lo mejor de la cinta cinematográfica y aclarar cuestiones técnicas.
CON GUARDERÍA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS
LUGAR: Salón de Actos del colegio Retamar DÍA Y HORA: Sábado 21 de Noviembre a las 16 horas. TEMA: ¿Un hijo ahora? La vida no es un desliz. Debate sobre los embarazos “no deseados” PELÍCULA A DEBATE: JUNO

11 nov 2009

SOBRE CINE

LA INFLUENCIA DEL CINE EN EL ESPECTADOR

LA INFLUENCIA DEL CINE EN EL ESPECTADOR

¿CUAL ES EL EFECTO DEL CINE EN LA PSICOLOGÍA HUMANA?
ASPECTOS CLAVE DEL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO.
EN PRIMER LUGAR: La imagen fílmica posee tal fuerza que capta por completo la percepción sensorial de la persona por dos razones primordiales, que son:
1- Sus características propias, que se concretan en tres aspectos:
Dinamismo (las realidades en movimiento centran más nuestra atención,por su extraordinaria semejanza con la realidad),
Multiplicidad (el lenguaje del cine es elíptico y rápido, como los disparos de una ametralladora, y hace impacto en nuestros sentidos) y
Selección (cada realizador escoge, por medio de la planificación, del encuadre…, aquella parte de la realidad que le interesa).
2- Ambiente externo: Se trata del entorno de la imagen proyectada, que se concreta también en tres aspectos:
Oscuridad de la sala (que ayuda a la concentración, junto con el silencio expectante)
Luminosidad (la pantalla blanca de proyección, con su haz luminoso, que capta la atención psicológica del espectador)
Comodidad (que predispone a una mejor aprehensión del film, el aislamiento personal en la sala. De ahí que las butacas se coloquen cada vez más espaciadas e incluso cubriendo la cabeza del espectador delantero, con amplios brazos laterales).
Por eso, el cine tiene la facultad de poner en funcionamiento todos nuestros sentidos, haciéndonos “todo ojo y oídos”, como popularmente se dice.
EN SEGUNDO LUGAR: Además, tras su influencia inmediata en los sentidos, la imagen cinematográfica provoca en el espectador diversas reacciones que afectan directamente al psiquismo humano, a través de:
Impacto evocador: El cine trae a la imaginación por asociación una serie de momentos vividos en el pasado y se presta para que sean relacionados, una vez “archivadas” las imágenes que nos presenta, con otras imágenes futuras. Porque ¿quién no conserva imágenes impresionantes que le causaron un impacto ayer y que tienen o tuvieron relación con la actuación de hoy o con momentos cruciales de la vida de uno? Efectos oníricos: Las imágenes que refleja la pantalla vienen también a formar parte de nuestro sueño, por su semejanza y diferencia a la vez con la realidad. De ahí que en el cine, como quedó apuntado, el espectador pueda “soñar despierto” e inhibirse de la realidad, para refugiarse acaso en un mundo ficticio, de evasión. Lo que también se ha llamado “alienarse”.
Recuerdo imborrable: Está comprobado que los recuerdos visuales -y más si están provistos de sonido- son los que permanecen más tiempo en la memoria. Al parecer, una persona normal -dicen los psicólogos- recuerda del 50 al 60 por ciento aquello que ve y oye, un 30 por ciento de lo que solamente ve y, aproximadamente también, un 15 por ciento si sólo lo oye. Por eso se ha popularizado este axioma: “una imagen vale más que mil palabras”. LA AFECTIVIDAD.
Vistos, muy en síntesis, estos aspectos clave, pasaremos sin más preámbulos a la afectividad. La razón es obvia: una imagen se comprende, se entiende, una vez ha sido sentida emocionalmente. Cuando un espectador se dirige al cine no siempre le mueve -por no decir casi nunca- el deseo de aprender, de formarse o deleitarse con la obra de arte, y menos de comunicarse con el director o sus semejantes expuestos en el relato fílmico. Le motiva, más bien, un secreto deseo de evasión, de liberarse de la realidad cotidiana, de sumergirse en un mundo distinto al que vive, de divertirse o pasar un buen rato. De ahí que esa liberación psicológico-existencial pueda realizarse por tres vías:
Proyección: Debido a que el individuo se “proyecta” en el personaje que aparece en la pantalla, en el héroe o heroína protagonistas, cuando coincide con aquello que desearía ser o tener (se confirma así en sus ideas, modos de pensar, visión de la vida, etc.)
Identificación: Es un paso más: por momentos se ve a sí mismo transformado en el personaje central de la historia, de la película (en el cowboy valeroso, el sheriff o policía justiciero… que se lleva por delante a aquéllos que infringen la justicia; o la mujer valiente y reivindicativa… que sabe imponerse y no se deja utilizar, etc.)
Despersonalización: El último paso: producto del escapismo de la vida diaria. El espectador se sumerge totalmente en la narración. En un relato fantástico y atrayente, que le posibilita olvidar frustraciones -o acciones, mejor- y verse haciendo las cosas que le gustarían (soñar en ser un agente secreto, el héroe de la película,...). En definitiva, olvido del Yo personal para meterse en una “estrella”, para ser el Otro o la Otra.
Tales son, pues, las tres premisas del llamado cine “comercial” o de consumo popular, las cuales traen consigo obvios perjuicios: la tan traída y llevada “manipulación” del espectador (cabría aquí también cierto cine político), el engaño del público…
LA RAZÓN: EL ENTENDIMIENTO Y LA VOLUNTAD.
Con todo, el cine no se queda ahí: en la mera sensación, en el instinto, en el subconsciente y la afectividad, sino que toda imagen fílmica y su efecto inmediato encierra un contenido, un fondo, un significado que puede ser expresado por un juicio y ser convertido en ideas, en una proposición razonada. Es aquí, por tanto, donde entran en liza las dos potencias fundamentales del alma humana: el entendimiento y la voluntad del espectador, de la persona. Veamos de qué manera:
Intuición directa: Cuando un discurso fílmico -llamémosle así- llega a nuestro entendimiento, a través del susodicho efecto de la imagen. No alcanza la razón por la habitual vía del razonamiento (coordinación de ideas captadas y emisión de un juicio conclusivo), sino que llega por medio de la intuición directa, sin tiempo para razonar. Por eso, de los rechazos y atracciones que experimentamos durante la visión de una película podemos sacar inconscientemente unas ideas, determinadas formas de ver la vida y distintos modos de actuación, de fácil efecto posterior; ya que las imágenes -como se ha indicado antes- quedan impresas en nuestra mente y, a veces, incluso nos moverán a obrar, acaso debido a lo mucho que trabaja el subconsciente humano (a menos que se tenga una voluntad férrea y un dominio absoluto de uno mismo). Este influjo en el subconsciente plantea en muchas ocasiones graves problemas morales y psicológicos, al lesionar de algún modo la libertad del espectador.
Comportamientos vitales: No obstante, como el hombre y la mujer no se contentan con ideas y percepciones, sino más bien con actos volitivos, tendemos a poner en práctica aquello que se ha captado. Es decir, la influencia del cine, que comenzó con una simple percepción, se concreta ahora en comportamientos vitales. Y aquí ya entra en función la voluntad.
CONCLUSIONES.
1ª. Por el cine se nos sumerge en una pasividad psicológica que pide una reacción de actividad por parte del público. 2ª. El cine deja en la memoria una serie de imágenes que hacen trabajar a la imaginación relacionándolas con nuestra propia vida. 3ª. A través del cine obtenemos toda una teoría sobre el amor, el odio, la felicidad, la familia, la educación…, el hombre y la mujer, en una palabra; lo cual exige un juicio crítico personal antes de que influya en nuestros actos de manera inconsciente. 4ª. El cine es una poderosa máquina para mover a las personas, debido a sus posibilidades artísticas subyugantes (o simplemente manipuladoras) que penetran hasta el subconsciente. 5ª. Y, ya más personalmente, añadimos que el cine es un medio enriquecedor de cultura y comunicación entre las personas, que nos aproxima no sólo al conocimiento del Otro, sino a saber más de Uno mismo… Así, lo perjudicial que puede conllevar el Séptimo Arte es una deficiencia de Bien.
De un artículo de JOSE MARÍA CAPARRÓS LERA